Peñarol hizo una apuesta fuerte, grande y soberana en beneficio de la sociedad uruguaya toda. En su faz deportiva y educativa. Un ejemplo espectacular, que, para nuestro país, es altamente significativo.
De este tipo de obras hay que hablar hasta el cansancio porque son y serán el futuro de un área, de un sector de la población del Uruguay.
Esto de Peñarol es un gran ejemplo. Es una primera gran expresión de insertarse en el primer mundo del deporte y del estudio. Mañana de la informática y así, sucesivamente.
La congratulación de éste periodista, orgulloso por una obra de tal magnitud, seguramente será el de todos aquellos que quieran bien al deporte, al fútbol, a los proyectos concretados y a los sueños realizados.
Peñarol, acaso, sea algo más que El equipo del Siglo XX.
Ha demostrado cómo se pueden hacer las cosas cuando se piensan, cuando hay talento y capacidad.
Peñarol le ha dado al Uruguay, silenciosamente, una enorme alegría.
Enhorabuena.